La chica del dragón tatuado

The girl with the dragon tattoo es, como dicen los críticos, una historia fascinante en todos los sentidos, tiene componentes de misterio, de reflexión, de política. Se desarrolla en su mayoría en Hedestad, Hedeby y Estocolmo Suecia y es protagonizada por Lisbeth Salander (investigadora freelancer y hacker) y Mikael Blomkvist (periodísta insobornable). 

El fallecido periodista Stieg Larsson, escribió esta historia motivado por el arrepentimiento que sintió al no poder evitar una violación a una mujer y quizá este texto sea una forma de tocar los corazones de “los hombres que no amaban a las mujeres” y una forma de “compensar” el no evitar este acto. 

Todos podemos ser feministas, serlo significa unirse a una lucha de 50.5% de mujeres que aún no pueden ser tratadas con total equidad con respecto al otro género y que de algún modo vivimos desigualdad como lo hacen los niños, las comunidades LGTB+ o los animales.

Nadie de los vivos lo recordamos, pero hubo un tiempo en que las circunstancias eran diferentes, y según una antropológa con la que tuve oportunidad de hablar, Margarita Mondragón, el problema comenzó tras la agricultura, cuando el varón no podría asegurar que sus hijos fueran suyos, ya que se vivía en comunas y no había como tal la monogamia, así que la forma de resolverlo fue asegurarse que el vientre elegido sería del que saldrían todos sus hijos a los cuales heredarian los bienes que fueran acumulando, pero claro tendría que haber un grado de sometimiento del otro género para lograrlo. Seguramente la explicación no es así de simple, como no lo será la solución a este problema, pero lo que si queda es día a día seguir luchando por erradicar la violencia en todas sus formas, esperando en un futuro esta lucha sea innecesaria.